Y Carmen se cogió vacaciones y pensó Dios que no era bueno....
Sábado, día primero, brotó un manantial de agua ( y el resto de fauna que puede habitar en un bidé) en el baño de Carmen, y vio Dios que era bueno.
Domingo, día segundo, una cordillera comienza a asomar en el parquet del baño, y vio Dios que era bueno, y decidió que el día tercero la cordillera continuara extendiéndose, hasta penetrar por debajo de la cama, y hacer que el día cuarto, la cama se balanceara sobre la cordillera.
Y vio Dios que era bueno, porque al menos así me he quedado en Madrid y he podido ayudar a comprar una cama, a hacer unos disfraces, he podido comer con un amigo, y proporcionar un poco de ¿paz? a otro.
Vamos, que el que no se consuela es porque no quiere.
Génesis vacacional
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3 comentarios:
Ya se sabe, los designios de Dios son inexcrutables...
Con la falta que me hacías a mí aquí en Madrid, creo que lo de la cordillera fueron daños colaterales;) Muchas muchas gracias por todo
Has bautizado ya a la cordillera???
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